Introducción
El pastor inglés, también conocido como Old English Sheepdog o bobtail, es una de las razas caninas más reconocibles y queridas del mundo. Con su abundante pelaje lanoso, su aspecto simpático y su carácter equilibrado, este perro ha conquistado hogares, campos y hasta la cultura popular.
A lo largo de la historia, el pastor inglés se ha desempeñado como perro de pastoreo, guardián y fiel compañero de familias, siempre destacando por su inteligencia y nobleza. Sin embargo, detrás de su imagen entrañable, existe una raza que requiere cuidados específicos, atención a su salud y un conocimiento profundo de su carácter para disfrutar plenamente de todo lo que puede ofrecer.
En este artículo pilar encontrarás un recorrido completo sobre la historia del pastor inglés, sus características físicas, su temperamento, los cuidados esenciales, las curiosidades más sorprendentes y las razones por las que es considerado un perro excepcional.
Origen e historia del pastor inglés
El pastor inglés tiene sus raíces en el siglo XVIII en Gran Bretaña, donde era empleado principalmente como perro de pastoreo y trabajo. Su función consistía en guiar y proteger al ganado ovino y bovino en terrenos abiertos.
La raza fue desarrollada a partir de cruces entre perros pastores locales y razas europeas de trabajo. Con el tiempo, se perfeccionó para crear un perro resistente, de gran fortaleza física y con una gran capacidad para enfrentar climas adversos.
Su apodo más popular, bobtail, proviene de la costumbre de cortarles la cola a los ejemplares trabajadores, como símbolo de que estaban exentos de impuestos por ser considerados perros de labor.
En el siglo XIX, el pastor inglés comenzó a ganar popularidad más allá del campo, destacándose en exposiciones caninas y hogares aristocráticos, hasta consolidarse como una raza icónica en el Reino Unido y posteriormente en todo el mundo.
Características físicas del pastor inglés
El pastor inglés es un perro de tamaño grande, robusto y lleno de energía. Entre sus características más notables se encuentran:
- Altura: entre 55 y 61 cm a la cruz, con machos generalmente más altos que las hembras.
- Peso: oscila entre 30 y 45 kg, dependiendo del sexo y la genética.
- Pelaje: largo, denso y doble, con una capa interna lanosa y una externa áspera que le proporciona resistencia al clima.
- Colores: combinaciones de gris, azul, blanco y negro. Los cachorros nacen oscuros y aclaran su pelaje con la edad.
- Cabeza: amplia y fuerte, con ojos que pueden ser marrones, azules o incluso dispares.
- Movimiento: característico por su andar balanceado y enérgico, que refleja fuerza y elegancia.
El pelaje es sin duda el rasgo más distintivo, pero también representa uno de los principales retos en cuanto a cuidados.
Temperamento y comportamiento

El pastor inglés es conocido por su personalidad cariñosa, leal y sociable. Es un perro que disfruta de la compañía familiar y que suele llevarse bien tanto con adultos como con niños.
- Sociable: rara vez es agresivo. Prefiere la convivencia y se adapta con facilidad a distintos ambientes.
- Protector: mantiene un instinto de guardián heredado de sus días de perro de pastoreo.
- Inteligente: aprende rápido y responde bien al entrenamiento positivo.
- Activo: a pesar de su tamaño, le encanta jugar y requiere actividad física diaria.
- Apegado a la familia: no tolera bien la soledad prolongada, ya que puede desarrollar ansiedad.
Este carácter equilibrado lo convierte en un perro ideal para familias con niños, siempre que se le eduque y socialice correctamente desde cachorro.
Cuidados esenciales del pastor inglés
Tener un pastor inglés requiere compromiso, pues es una raza que demanda atención en varios aspectos:
Alimentación
La dieta debe ser equilibrada, rica en proteínas de calidad y adaptada a su nivel de actividad. Los ejemplares adultos suelen requerir entre 1.200 y 1.500 calorías diarias, distribuidas en dos comidas.
Ejercicio
El pastor inglés necesita al menos 1 hora diaria de actividad física entre paseos, juegos y estimulación mental. No es un perro sedentario: requiere movimiento para mantenerse sano y equilibrado.
Higiene y pelaje
El cuidado del pelaje es fundamental. Se recomienda:
- Cepillado profundo 3 a 4 veces por semana.
- Baños cada 6 a 8 semanas con champú específico para perros de pelo largo.
- Revisión frecuente de orejas, ojos y patas, pues el pelaje denso puede acumular humedad y suciedad.
Salud
Entre las condiciones de salud más comunes se encuentran:
- Displasia de cadera.
- Problemas oculares, como cataratas o atrofia progresiva de retina.
- Sordera congénita en algunos ejemplares.
- Sobrepeso, si no se controla la dieta y el ejercicio.
Las visitas regulares al veterinario y los chequeos de rutina son imprescindibles para mantener al pastor inglés en óptimas condiciones.
Convivencia con familias y otros animales
Uno de los puntos fuertes del pastor inglés es su capacidad de convivencia. Es un perro que suele llevarse bien con otros perros y animales, siempre que se le socialice adecuadamente desde cachorro.
En el entorno familiar:
- Con los niños, suele mostrarse paciente y juguetón.
- Con los adultos, es un compañero leal y atento.
- Con otros animales domésticos, puede adaptarse sin problemas si se le introduce de manera gradual.
No obstante, su tamaño y energía requieren espacios adecuados. No es el perro ideal para departamentos pequeños, a menos que reciba ejercicio constante y suficiente estimulación mental.
Errores comunes al tener un pastor inglés
- Descuidar el pelaje: dejar de cepillarlo provoca nudos, incomodidad y problemas en la piel.
- Pensar que no necesita ejercicio: aunque parezca calmado, es un perro activo que requiere movimiento.
- Sobrealimentarlo: su apetito puede llevarlo al sobrepeso si no se controla su dieta.
- No socializarlo a tiempo: la socialización temprana evita problemas de timidez o desconfianza.
- Creer que es un perro “de exposición” solamente: su verdadero origen es de trabajo, y sigue necesitando tareas que estimulen su inteligencia.
Curiosidades poco conocidas del pastor inglés

- Fue inmortalizado en la película 101 dálmatas con el personaje del perro “Coronel”.
- Su pelaje cambia de color con el tiempo: muchos cachorros nacen negros y se vuelven grises o plateados.
- A pesar de su tamaño, tiene un instinto cómico y juguetón, que lo convierte en un perro “payaso” dentro de la familia.
- Es uno de los pocos perros que pueden tener ojos de distinto color (heterocromía).
- En exposiciones, se valora no solo su apariencia, sino también su movimiento característico y elegante.
Top 10 razones para tener un pastor inglés
- Es un perro sociable y amistoso.
- Se adapta bien a familias con niños.
- Tiene un aspecto único y encantador.
- Es inteligente y fácil de entrenar.
- Se lleva bien con otros animales.
- Es un excelente perro guardián, sin ser agresivo.
- Aporta alegría y diversión al hogar.
- Es fiel y muy apegado a su familia.
- Representa una raza histórica e icónica.
- Tiene una personalidad noble y equilibrada.
Conclusión
El pastor inglés es mucho más que un perro de aspecto llamativo: es una raza con una historia fascinante, un temperamento equilibrado y una capacidad enorme de adaptarse a la vida familiar.
Su nobleza, lealtad e inteligencia lo convierten en un compañero excepcional, siempre dispuesto a proteger, jugar y brindar cariño. No obstante, requiere un dueño comprometido, capaz de ofrecerle cuidados específicos, sobre todo en lo referente a su pelaje y a su necesidad de ejercicio.
Adoptar o comprar un pastor inglés implica responsabilidad, pero a cambio se obtiene la compañía de un perro que encarna tradición, elegancia y un espíritu bondadoso. Sin duda, es una raza que deja huella en quienes tienen el privilegio de convivir con ella.